ALIANZA ATLETICO DE SULLANA

Diez cálidos momentos

Las viejas crónicas del norte contarán que, no habiéndose disputado el campeonato peruano en el año 1936, se organizó un torneo entre las selecciones de provincia de todo el país, y que la selección de fútbol de Sullana logró consagrarse campeón. Por entonces, Alianza Atlético ya tenía 16 años de existencia. Por entonces, pocos imaginaban que a fines de siglo XX y comienzos del XXI, este modesto cuadro llevaría la bandera de la provincia en campeonatos ya oficiales; mucho menos que en su fortín se inmortalizaría aquella añeja gesta. Alianza Atlético cumple 90 años de existencia y es oportuno hacer un repaso de sus victorias más festejadas en el último cuarto de siglo, cuando puso a Sullana en los primeros planos futbolísticos.

1984: Subcampeonato premonitorio (1 parte ).......

 

1984. Alianza Atlético juega por primera vez un partido oficial en Lima. En la imagen, el gol de Enrique Girón al Universitario de Tacna, en el arranque de la Finalísima de la Copa Perú (Foto: diario La Crónica)

 

Alianza Atlético siempre había sido un animador regional de las competencias del norte; pero su primera aparición verdaderamente importante se dio en diciembre de 1984, cuando llegó a Lima para disputar la Finalísima de la Copa Perú por primera y única vez en su historia. Su técnico era nada menos que Roberto ‘Titín’ Drago (quien diez años después volvería a dirigir a los norteños, ya en Primera) y en el plantel figuraba el bisoño Álvaro Barco. El debut lo puso enfrente del Universitario de Tacna, despertando las lógicas alusiones mediáticas al clásico del fútbol peruano. Los ‘churres’ ganaron 3-2, gracias a un autogol de Siles y tantos de Enrique Girón y Luna. Más adelante conseguirían otros triunfos importantes sobre Guardia Republicana y Deportivo Educación de Abancay, pero solo le alcanzaron para lograr el subcampeonato. Su sombra fue Los Espartanos de Pacasmayo, que en la segunda fecha le ganó 1-0, sentenciando de antemano su acceso a Primera. Lo que Alianza Atlético no sabía es que el cuadro pacasmayino había un nombre que terminaría siendo importante para su propia historia: Sabino ‘El Tano’ Bártoli.