lunes, 18 de junio de 2012

 

Jorge Ágapo Gonzales: Simplemente Ágapo

Al calor de Sullana, su nombre es sinónimo de temple y liderazgo. Hoy, cuando Alianza Atlético cumple una de sus mejores campañas en los últimos tiempos, es pertinente recordar la figura de Jorge Ágapo Gonzales, un zaguero de raza que vivió en la cancha los mejores momentos del‘Vendaval’ en Primera División y hasta llegó a ser convocado a la selección nacional en tiempos en que esta era prohibitiva para jugadores de los clubes del interior.

Composición fotográfica: Gian Saldarriaga / DeChalaca.com

Hombre de pocas palabras y gesto adusto, Jorge Ágapo Gonzales Saldarriaga nació en el centro poblado de Mallaritos, en la provincia de Sullana, el 25 de marzo de 1967. Y para el fútbol, nació en el Deportivo Mallarés de su terruño, hasta que a los 20 años de edad pasó a vestir los colores que lo marcarían para siempre.
Alineación de Alianza Atlético en la temporada 1988. Gonzales es el segundo de los parados (Foto: diario El Comercio, suplemento Deporte Total)
Esos colores serían el blanco y el azul que por entonces utilizaba el Alianza Atlético Sullana, equipo que en 1987 participaba en la Intermedia Norte, división que ganó para lograr el ascenso a Primera División. Una categoría en la que el ‘Vendaval del Chira’ debutaría en 1988 para jamás abandonar hasta la fecha.
En aquella temporada de estreno en Primera, Ágapo no era todavía titular en Alianza Atlético. De hecho, la zaga central estaba conformada por Alejandro Lavalle y Freddy Berlanga, figuras inamovibles de aquel equipo dirigido por el ‘Tano’Bártoli que arrasó en el Regional Norte y luego punteó el Descentralizado durante casi todas las fechas hasta quedar segundo en la jornada final, detrás de Sporting Cristal. En la segunda Liguilla, los churres mantuvieron la primera opción de llegar a la Copa Libertadores hasta caer ante Universitario en la última fecha. Gonzales solo alternó en algunos partidos del certamen, incluso en varios de ellos como volante.
Marcando a Fidel Castro en el Alianza Atlético 1 - Alianza Lima 0 de la Liguilla del II Regional de 1990, ante un Nacional absolutamente copado (Foto: diario El Comercio, suplemento Deporte Total)SE FORJA EL CAUDILLO
Para 1989, Lavalle se marchó a Alianza Lima y la oportunidad le llegó a Ágapo. José Fernández era el nuevo DT de los churres y apostó por un nuevo sistema defensivo. En el arco, Pedro ‘Gatti’ Sandoval cedió su lugar a Miguel Ego Aguirre. Y en la zaga, se consolidó el célebre cuarteto cuyos nombres hasta hoy son repetidos como cantaleta en la margen del Chira: Sanjinez – Berlanga –Ágapo – García Panta.
Con esas y otras figuras como los hermanos Jorge y José Zapata (el recordado ‘Pata de Rana’), aquel Alianza Atlético de 1989 estuvo otra vez a un tris de llegar a la Libertadores en la Liguilla del I Regional, cuando en la última fecha dio el batacazo y derrotó al Alianza Lima de Miguel Company por 2-1 en el Nacional. Eran las épocas en que los churres tenían de hijos a sus tocayos de Lima, con quienes compartían por entonces exactamente el mismo diseño de camiseta.
Siempre con gesto adusto, cara de viejo y el escudo de Alianza Atlético en el pecho, en la temporada 1992 (Cromo: álbum Estrellas del Fútbol 1992, revista Estadio)Esa vez la ilusión de la Copa para Ágapo y compañía se frustró en cotejo definitorio ante Cristal. Y aunque en el II Regional -ya con José del Castillo como DT- los churres se cobraron la revancha al eliminar a los celestes en el Octogonal por el pase a la Liguilla vía penales, en defeccionaron y quedaron en quinto puesto, muy lejos del futuro campeón Unión Huaral.
Finalmente, una nueva oportunidad de Copa para esa emblemática oncena churre se presentaría en la Liguilla del II Regional de 1990. Con Bártoli de vuelta en el banco y ante un Nacional abarrotado, Alianza Atlético inició el certamen dando un nuevo golpe en la cátedra: un nuevo triunfo sobre Alianza Lima con golazo de Javier Torres con un sombrerito sobre Purizaga. Esa tarde del verano del 91’, Ágapo fue de los mejores del campo y anuló por completo a Rosinaldo Lopes, piloto del ataque victoriano. No obstante, posteriores derrotas ante Boys y Universitario alejaron al‘Vendaval’ de la Copa por tercera temporada consecutiva.
ABRIÉNDOSE AL PERÚ
La temporada 1991 sería clave en la carrera de Ágapo Gonzales. La selección peruana que Miguel Company preparaba para la Copa América de Chile estaba integrada exclusivamente por jugadores de la Zona Metropolitana, y en medio de los consabidos cuestionamientos periodísticos al proceso se espetaba la ausencia de jugadores provincianos. Company decidió responder con la convocatoria de un solo jugador del interior: el elegido fue el zaguero de Alianza Atlético.
Con la selección antes de jugar frente al Aurora de Arequipa en 1991. Es el tercero de los parados desde la derecha (Foto: revista El Gráfico Perú)Sin embargo, y pese a la expectativa mediática que despertó su convocatoria, Ágapo no llegó a hacer su debut en la selección en partidos A-1. Apenas si salió como titular en el último cotejo amistoso de preparación doméstica ante el Aurora de Arequipa, ganado por la blanquirroja por 4-1 en el estadio Nacional. Al parecer, su accionar incierto en algunos balones divididos no convenció a Company, quien lo desafectó del grupo que viajó finalmente a la justa continental.
En el plano local, Alianza Atlético no consiguió en 1991 llegar a ninguna de las dos liguillas, pero sí ganar el Regional Norte para asegurar su participación en el Descentralizado 1992, tras la reducción de 44 a 16 equipos en Primera. Llegado ese certamen, Ágapo mantuvo la titularidad en la zaga sullanera -ya como capitán del equipo- y destacó por sus constantes llegadas al ataque, mediante las que anotó seis goles a lo largo del Descentralizado. Ello motivó que Vladimir Popovic lo considerara en su primera convocatoria de preseleccionados al iniciar su proceso a finales del ’92, aunque sin llegar tampoco a darle la oportunidad de alinear en un cotejo A-1.
Con la rosada de Boys marcando a Freddy Torrealba en un amistoso previo a la temporada 1995 (Foto: revista Estadio)PEREGRINAJE VARIADO
Tras conservar la titularidad y la capitanía en Alianza Atlético en 1993 y 1994, y acaso impulsado por la mala campaña churre en esta última temporada -salvaron la categoría en la fecha final- Gonzales decidió buscar nuevos aires fuera de Sullana. Sport Boys, encabezado por José Carlos Amaral, buscaba iniciar un trabajo planificado de cara al Descentralizado ’95 y fichó a Ágapo para que conformara dupla central con Jorge ‘Pellejo’ Cordero.
La pretemporada y los amistosos previos marcharon de perlas para el norteño. Pero algo lamentable ocurrió en el primer partido del torneo, ante Ciclista Lima. Apenas pasado el primer cuarto de hora, Gonzales cayó mal en una jugada al borde de su propia área y se lesionó. Debió dar paso a Rivelino Carassa, y aunque volvió a alternar al final de la primera rueda tras varias jornadas de para, nunca recuperó del todo el titularato con la rosada.
Ya con chompa de Torino, a la marca de Julinho en la temporada 1996 (Foto: diario El Comercio, suplemento Deporte Total)Para 1996 se le abrió la oportunidad de volver al norte. Pero no a Sullana, sino a la tienda de un rival histórico de los churres: el Atlético Torino de Talara, que de la mano de César Cubilla quería borrar su mala campaña del año anterior. Haciendo dupla en la zaga con el brasileño Carlinho, Ágapo dio estabilidad a un equipo que fue la gran sorpresa del torneo y acabó quinto en el Descentralizado.
No obstante, la buena campaña del ‘Taladro’ no pudo extenderse a 1997. El equipo sufrió importantes bajas y, aunque Gonzales mantuvo la regularidad en su accionar en la zaga, no pudo evitar el descenso a fin de año. Empero, algo de historia se escribió en la última jornada del año, en la victoria de Torino por 2-1 sobre Deportivo Pesquero en el Campeonísimo. Aquel fue no solo el último partido del cuadro talareño en Primera hasta la fecha, sino también el cotejo que asistió al último tanto marcado por Ágapo Gonzales en la máxima categoría, apenas a los 10’de juego.
LUCES FINALES
Marcando a Claudio Pizarro en 1998, con chompa de Unión Minas (Foto: diario Líbero)Para 1998, Ágapo pasó a filas de Unión Minas, donde jugó muy poco ante el buen momento de la dupla formada por el colombiano Franklin Baldovino y Carlos Valerio. Jamás se adaptó a la altura cerreña y dejó el equipo a finales del Apertura, por lo que vivió una para obligada durante el segundo semestre ya que en esa época no se podía cambiar de club a mitad de temporada.
En esas condiciones, había llegado el momento de pegar la vuelta a casa para decir adiós con la camiseta querida. Alianza Atlético recibió a su ídolo con los brazos abiertos para la campaña de 1999, y aunque vestía la camiseta ’14’ ingresando desde el banco, eso le permitió vivir un momento emblemático. En la fecha 7 del Clausura, los churres vencieron 6-1 a Municipal en la despedida de Teddy Cardama, quien dejaba por primera vez el club para marcharse a la selección nacional Sub-23. Y su última decisión fue hacer ingresar a Ágapo en ese partido, quien así cumplió ese día 200 partidos con camiseta de Alianza Atlético en Primera División.
Ya retirado, con su menor hijo en la tranquilidad del hogar (Foto: revista El Gráfico Perú)Hacia el final de ese mismo Clausura, Ágapo jugaría el último partido de su carrera. No sería en cualquier contexto, sino ante el puntero Alianza Lima un viernes por la noche en el estadio Nacional. Visiblemente incentivados por razones extra, los sullanenses, con Gonzales en la zaga desde el vamos, defendían con solvencia a capa y espada el arco de Gustavo Roverano, que no podía ser penetrado por los íntimos. A los 71’,el DT paraguayo Mario Jacquet decidió sacar a Ágapo para darle paso a ‘Chany’ Cáceda; en la útlima jugada del cotejo, el ‘Pepe’ Chacón le ganaría en el salto precisamente a Cáceda para sellar el 1-0 a favor de los victorianos, que los enrumbó de modo definitivo al título de aquel Clausura ‘99.
Ágapo hizo la pretemporada 2000 con los churres, pero una lesión al tobillo lo obligó a decir hasta aquí nomás antes de iniciarse el certamen. Luego estudió para técnico y, tras trabajar en la Academia de Hernán Saavedra, el año pasado llegó a las divisiones menores de Universitario, donde actualmente dirige a la categoría ’94. Y donde es simplemente Ágapo, ese hombre sencillo a cuyo nombre algunos ponían comillas pensando que se trataba de un apodo, cuando más bien significaba reciedumbre y caudillaje desde el fondo de la zaga.

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